os huertos urbanos ya son realidades en todas las grandes ciudades del mundo. Son innumerables las iniciativas que transforman el entorno, logran restablecer nuevamente la biodiversidad y proporcionan más calidad de vida con mayor eficiencia económica para los ciudadanos.
El movimiento de agricultura urbana se ha mostrado receptivo hacia diferentes grupos de edades, clases sociales, propuestas y países que ya han adoptado sistemas de producción de alimentos dentro de las ciudades.
A continuación, te presentamos 12 de los principales beneficios que tienen los huertos urbanos:
1- Reducen las Islas de calor – La inercia térmica del agua presente en las plantas y de la propia tierra de cultivo hace que el huerto absorba el calor, reduciendo las fluctuaciones de temperatura.
2- Mejora la calidad del aire – De noche las hojas hacen la fotosíntesis, liberando oxígeno.
3- Absorben el ruido – A diferencia del cemento, las plantas consiguen absorber los sonidos sin reverberar.
4- Reduce el riesgo de inundaciones – La tierra es capaz de retener el agua de la lluvia en el momento en que cae, aliviando las galerías urbanas sobrecargadas por la baja permeabilidad del suelo urbano.
5- Reduce la contaminación en todo proceso – Contaminación de tierras, flujo en las autopistas, gastos y desperdicio de los mercados.
6- Destino de residuos orgánicos – Los residuos de alimentos y vegetales que causan problemas en la logística de camiones basurero en las ciudades, se pueden transformar en el mejor nutriente posible para un huerto, a través del proceso de compostaje.
7– Alternativa económica – Plantar un huerto propio es más barato que ir al mercado. Puede también convertirse en una actividad económica per se, y eventualmente puede generar una gran transformación social en comunidades de renta baja.
8- Mejora la calidad alimentaria – Los alimentos orgánicos son más nutritivos. Además, facilita la capacidad de descubrir alimentos alternativos.
9- Durabilidad – A pesar de lo que digan los vendedores de neveras, las plantas vivas logran una disponibilidad mucho mayor sin deteriorarse.
10- Se promueve una mayor biodiversidad – Las plantas se relacionan entre sí y con insectos, lo que posibilita el desarrollo de la fauna y flora local, esencial para reducir las posibles injerencias de virus exóticos.
11- Promueve la convivencia entre usuarios y vecinos – El huerto es un espacio público ideal para el encuentro comunitario.
12- Integración con la naturaleza – Ver una planta crecer, estar cerca de ella, aumenta el contacto con el ritmo natural del universo e incluso con el ritmo de vibración natural del cuerpo.
Remangarse la camisa, poner las manos en la tierra y comer alimentos que uno mismo ha plantado, ayuda a lograr esa deseada armonía que tanta gente busca. Y que sobre todo el planeta necesita. ¿Qué estás esperando? ¡Manos al Huerto!
Fuente: https://blogs.iadb.org/