El autoconocimiento tiene un efecto positivo sobre la autoestima y sobre la confianza en uno mismo en distintas situaciones cotidianas. También permite que las personas evalúen su sistema de valores y sus creencias, ayuda a detectar los puntos fuertes y débiles para poder mejorar y es necesario para tomar mejores decisiones en la vida.
Un aspecto que forma parte de la inteligencia emocional es el autoconocimiento. Por tanto, mejorar la inteligencia emocional es mejorar en autoconocimiento.
La inteligencia emocional aplicada al trabajo es sumamente útil en distintos aspectos. Por ejemplo, mejora la productividad de los empleados, mejora la salud laboral, mejora el servicio de atención al cliente, etc.
Si quieres saber más sobre los beneficios de la inteligencia emocional en el trabajo, puedes leer nuestro artículo: “ Los beneficios de la inteligencia emocional en el trabajo”
La correcta gestión emocional es tan importante para proteger el estrés como para no provocarlo. Imagina una situación laboral en la que la falta de empatía y la mala regulación de las propias emociones provoca discusiones continuas con tu jefe o un compañero de trabajo. A la larga estas discusiones pueden generar un mal ambiente de trabajo, y, como consecuencia, un entorno estresante.
Ahora imagina que tú eres el jefe, y que la mala gestión emocional te convierte en una persona poco tolerante. Está claro que tus subordinados van a sufrir por tu descontrol emocional, lo que puede convertirse en un estresor para los trabajadores que diriges. Por eso es importante gozar de un entorno con inteligencia emocional, para protegernos del desgaste del día a día laboral.
Volviendo al punto anterior, el ejemplo muestra que la inteligencia emocional es determinante para mantener unas relaciones interpersonales sanas. Conocer y entender tus propias emociones y la de las demás te ayuda a llevar mejor los conflictos, algo que puede ser inevitable cuando convivimos con otras personas.
Además, recuerda que las relaciones de pareja suelen ser una negociación constante, y mantener el equilibrio emocional en esas situaciones que fácilmente pueden irse de las manos suele evitar mucho dolor y malos entendidos.
La inteligencia emocional y el desarrollo personal van de la mano. De hecho, los coachs, es decir los expertos en desarrollo personal, aportan herramientas de inteligencia emocional a los coachees, pues el desarrollo personal de un individuo no puede entenderse sin el correcto autoconocimiento y la gestión de las propias emociones.
La inteligencia emocional es una competencia imprescindible de los líderes. El propio autocontrol emocional del líder o el saber entender a los demás son una buena demostración de las habilidades de liderazgo.
De hecho muchos líderes carismáticos, los que poseen una inteligencia emocional elevada, como por ejemplo el líder transformacional, han demostrado ser los líderes más eficientes en muchas investigaciones, pues motivan y aumentan la productividad y la eficiencia del grupo.
En los últimos años está creciendo el interés por la inteligencia emocional gracias a los beneficios que aporta para el bienestar psicológico. Muchas patologías de la actualidad tienen que ver con la correcta gestión emocional, y por eso, se aplica como método terapéutico.
Ahora bien, no solamente se emplea con las personas adultas, sino que en muchos colegios se educa con inteligencia emocional, pues los centros educativos cada vez son más conscientes de la importancia que la IE tiene para la salud emocional de los alumnos.
Muchas personas padecen ansiedad por culpa de una evaluación negativa de la realidad o por un control incorrecto de las emociones, y la inteligencia emocional puede ayudar a prevenir los síntomas ansiosos.
Diversas investigaciones han demostrado que puntuaciones altas del cuestionario Trait Meta-Mood Scale (TMMS), desarrollado por Salovey en 1995, que incluye tres dimensiones, (1) atención a los sentimientos, (2) claridad emocional y (3) la reparación emocional, se asocian a niveles más altos de satisfacción vital y menores niveles de ansiedad.
Varios estudios han demostrado que la inteligencia emocional es sumamente importante a la hora de conseguir nuestros objetivos, y, de hecho, los coachs lo utilizan para motivar a sus clientes.
La inteligencia emocional nos protege en situaciones difíciles, porque el autoconocimiento nos puede mantener a flote incluso cuando queremos abandonar o tirar la toalla. Por ejemplo, si detectamos y sabemos que los sentimientos de frustración son parte de la vida, es posible que sigamos adelante aunque no todo haya salido como deseábamos.
La mejora del bienestar y el equilibrio emocional es positivo para poder conciliar el sueño. Es habitual que la mala gestión de las emociones nos provoque ansiedad y nos genere problemas para el día a día. Todo esto es negativo para nuestra salud psíquica y física, e influye en nuestro sueño.
Gestionando nuestras emociones de la manera adecuada, aceptando nuestras emociones negativas, entendiendo las emociones de los demás y regulando nuestro comportamiento, es clave para tener un sueño plácido y una vida sin grandes altibajos.
Fuente:https://psicologiaymente.com/